martes, 24 de septiembre de 2013

Cuerpo, salud y comida

              Pequeño ensayo sobre las relaciones e interrelaciones entre cuerpo, salud y comida en las sociedades actuales.


De manera histórica existe un distanciamiento intelectual entre naturaleza y cultura en la sociología. Mientras que la sociobiología considera el cuerpo con “una base biológica y presocial sobre la cual se fundan superestructuras del yo y de la sociedad” (1), los constructivistas toman el cuerpo como algo que pertenece a la cultura y no a una identidad biológica (2). De esta manera, el cuerpo es interpretado culturalmente en todas partes, por lo tanto, la biología no está excluida de la cultura, sino dentro de ella. Por ello hemos de introducir el concepto de socialización de la naturaleza: “expresión que hace referencia al hecho de que ciertos fenómenos que antes eran naturales, o que venían dados por la naturaleza, ahora tienen un carácter social, es decir, que dependen de nuestras propias decisiones. La reproducción humana es un ejemplo de ello. Las transfusiones sanguíneas, los trasplantes de órganos, la procreaciones artificiales, las fecundaciones in vitro, las experimentaciones en seres humanos, las manipulaciones genéticas son otros ejemplos” (3). En nuestro ámbito, el de la nutrición, no podemos olvidar que salud y comida van de la mano, y en las sociedades actuales el tándem salud, cuerpo y comida se está convirtiendo en el centro de las inquietudes. En ese sentido, algunos afirman que existen dos cuerpo, el social y el físico y que “el cuerpo social restringe el modo en que se percibe el cuerpo físico” (2). Por ello podemos concluir que el cuerpo físico está sujeto a los caprichos sociales y es el resultado de nuestras decisiones.

En el mal llamado “primer mundo”, cada vez más, el cuerpo ha ido tomando un mayor poder social. Estilistas, médicos, esteticistas, publicistas,…, el nacimiento de un montón de profesiones relacionadas con estas nuevas inquietudes. De la misma manera y con la cada vez mayor esperanza de vida, naturistas, homeópatas, aromatólogos,…, otro gran número de ellas que surgen de la preocupación por el envejecimiento y la salud. Este mismo hecho hace que política y economía se interesen por el coste del mantenimiento de la cada vez más longeva tercera edad. La nutrición nace como ciencia que pretende unificar estos tres conceptos.

Actualmente, cuerpo, comida y salud están sujetos a las fuerzas sociales de una manera muy distinta a como se experimenta en comunidades más tradicionales. Los cuidados corporales, tanto estéticos como promovidos por la salud, de las sociedades actuales nacen de la preocupación por la imagen y la salud.

Los avances tecnológicos y científicos también influyen en este tándem. Cirugías bariáticas, aborto, cirugías plásticas, reproducción in vitro,…, son algunos ejemplos de los nuevos dilemas difíciles de resolver que plantea la ciencia a la sociedad.

En cambio, en el tercer mundo, la mayor preocupación es el alimento. La relación de éste con la salud y la comida está basada en una relación de subsistencia. “A los opulentos occidentales les resulta difícil comprender la estrechísima gama de posibilidades que tienen las familias de renta baja del Tercer Mundo a la hora de asignar los ingresos familiares a la adquisición de comestibles. Cuanto mayor sea la dependencia de dichos ingresos con respecto a un trabajo físico duro, mayor importancia tendrá asegurarse de que la persona que es la principal fuente de los mismos reciba los alimentos suficientes para ir al trabajo, aunque esto signifique que otros miembros de la familia apenas reciban alguno” (4). Y, de nuevo, la ciencia nos plantea nuevos interrogantes, transgénicos, alimentos funcionales,…, otro largo etcétera al que se ve sometido el hombre actual.

 

Bibliografía

(1)SHILLING, Chris (1993). The Body and Social Theory. Londres: Sage.

(2)Martínez Barreiro, Ana (2004). La construcción social del cuerpo en las sociedades contemporáneas. Papers 73, 2004 127-152.

(3)GIDDENS, Anthony (1998). Sociología. Madrid: Alianza.

(4)Harris, Marvin (1999). Bueno para comer. Enigmas de alimentación y cultura. Madrid: Alianza.

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